Entendiendo la geopolítica detrás de la dependencia de los microchips
La revolución tecnológica que vivimos depende, en buena medida, de unos dispositivos cada vez más pequeños, más difíciles de construir y, sin duda, más potentes: los microchips.
Futurible | 48º capítulo
Petróleo, tierras raras, gas, hidrógeno, agua… hay muchos recursos naturales por los que muchas naciones irían a la guerra. Pero en la era de la inteligencia artificial y la revolución tecnológica en la que tenemos desde cepillos de dientes inteligentes hasta tostadoras capaces de rebatir a Kant, la fabricación de microchips se ha convertido en un raro poder por el que dos imperios podrían ir a la guerra dentro de no mucho.
Porque el que mañana controle la fabricación de estos componentes esenciales, controlará la tecnología: desde la fabricación de coches hasta el desarrollo de la todopoderosa Inteligencia Artificial General. Es tan importante que la bibliografía al respecto es inmensa.
Hoy, en Futurible, te presentamos el gigante tablero geopolítico de los intereses que representan los microchips. Tiremos los dados y que salga el seis doble, por favor.
Antes de continuar, desde Futurible nos gustaría pedirte un favorcito. Será rápido e indoloro. Nos gustaría que, si te interesa lo que hacemos, le envíes esta newsletter o cualquier otra de las que hemos publicado hasta el momento, a uno o varios de tus contactos a quienes creas que este contenido les puede aportar valor.
Understanding the geopolitics of the microchip
¿Y si te decimos que alrededor del 90% de los microchips del mundo se hacen en un único lugar? ¿Y si ese lugar es uno de los puntos con mayor tensión geopolítica del mundo? ¿Uno que se disputan los dos grandes imperios de nuestro tiempo?
Sí, eso es Taiwan, posiblemente el escenario que tiene mayores papeletas para protagonizar la próxima guerra proxy que se libre en Asia, una protagonizada por Estados Unidos y China. Lo cuentan en profundidad en este artículo de El País.
Ideas clave
Importancia estratégica de los microchips: Los microchips son cruciales para el progreso tecnológico y están en el centro de una lucha geopolítica intensa, especialmente destacada por las recientes restricciones impuestas por Estados Unidos para prevenir que China acceda a microchips de alta gama, reflejando la preocupación por la seguridad nacional y la ventaja tecnológica.
Complejidad de la producción y monopolios: La fabricación de microchips implica una cadena de producción internacional altamente compleja y tecnológicamente avanzada, dominada por pocas empresas y con cuellos de botella significativos. Empresas como ASML en los Países Bajos y TSMC en Taiwán desempeñan roles críticos y casi monopolísticos en segmentos clave de esta cadena.
Esquemas geopolíticos y autonomía tecnológica: Los principales jugadores globales, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, están tomando medidas para reforzar su autonomía en la producción de microchips ante tensiones geoestratégicas y riesgos de dependencia. Esto incluye incentivos gubernamentales significativos y cooperaciones estratégicas para mejorar la eficiencia y seguridad de las cadenas de suministro tecnológico.
Demand for computer chips fuelled by AI could reshape global politics and security
The Conversation va un paso más allá y analiza cómo la guerra de los microchips podría afectar al desarrollo de la inteligencia artificial. Y es que estamos en un punto de inflexión, porque la curva de crecimiento exponencial en desarrollo tecnológico se podría ver truncada con una guerra a gran escala… o todo lo contrario, acelerada por la necesidad de los bandos enfrentados de sobrepasar a su rival.
Ideas clave
Carrera global por chips avanzados: Hay una carrera global intensa para desarrollar microchips potentes que son esenciales para la próxima generación de herramientas de inteligencia artificial (IA), lo que podría tener un gran impacto en la política y la seguridad mundial. Estados Unidos lidera actualmente en el diseño de estos chips, pero la mayoría de la fabricación se lleva a cabo en Taiwán.
Inversiones y tensiones geopolíticas: La inversión propuesta por Sam Altman, CEO de OpenAI, para producir chips más potentes es significativamente alta, superando el gasto total histórico de la industria. Además, la dependencia de la fabricación en Taiwán agrega una dimensión de riesgo geopolítico dadas las tensiones entre China y Estados Unidos. Las cadenas de suministro de chips son vitales y vulnerables, marcadas por cuellos de botella críticos como la producción de metales raros y tecnologías específicas como la litografía ultravioleta extrema (EUV).
Seguridad global y AI: Más allá de la fabricación de chips, la IA tiene el potencial de redefinir la geopolítica y la seguridad global a través de su capacidad para amplificar la desinformación y otros desafíos cibernéticos. El creciente papel de la IA en estos contextos destaca la importancia de una regulación efectiva y cooperación internacional para manejar tanto la producción de chips como los impactos más amplios de la IA.
The race for semiconductor supremacy
Cerramos esta edición con un documental de apenas media hora en el que el prestigioso Financial Times encaja todas las piezas del puzle geopolítico, de ese escenario que va a definir, en buena medida, los conflictos del siglo XXI. Merece mucho la pena verlo.